EL INVESTIGADOR ESPAÑOL MEDIO HA SIDO CAPAZ DE, CON MENOS DINERO QUE EN OTROS PAÍSES, MANTENER EL NIVEL HASTA HOY. PERO NO SE SABE QUE PASARÁ EN EL FUTURO" José Antonio Lorente Acosta. Director de GENYO
José Antonio Lorente Acosta
Luz Rodríguez / Ciencia en Granada Mi cita con el profesor José Antonio Lorente (Serón, Almería 1961) tiene lugar en el Centro Pfizer-Universidad de Granada-Junta de Andalucía de Genómica e Investigación Oncológica, más conocido como GENYO. El centro está ubicado en ese espacio donde se abren paso, entre grúas y obras, un grupo de edificios de empresas e instituciones (públicas, privadas y mixtas) destinadas a consolidar y a convertir Granada en un centro de referencia internacional en el campo de la biotecnología y las Ciencias de la Vida. GENYO, situado en uno de los extremos del Parque Tecnológico de la Salud, apenas tiene dos años y medio de vida. Es un centro muy joven, como también lo son el centenar de investigadores que desempeñan allí su trabajo. La mayoría están aún en la treintena, sin embargo algunos cuentan en su haber con importantes reconocimientos a nivel nacional e internacional. Al frente de este equipo de científicos se encuentra el doctor José Antonio Lorente, profesor de Medicina Legal y Forense de la UGR y colaborador del FBI. Es uno de los más prestigiosos especialistas mundiales en identificación basada en análisis de ADN. El profesor Lorente sale a recibirme al moderno y despejado hall del edificio y se disculpa por empezar con cierto retraso nuestra entrevista. Una llamada de EE.UU. y otra de Barcelona le han entretenido más de lo previsto. No es de extrañar. El doctor Lorente lidera un proyecto internacional de gran calibre, DNA-PROKIDS, que ha permitido la localización de 590 menores secuestrados y ha logrado evitar más de 250 adopciones ilegales. Pero, en esta ocasión, dejamos a un lado su faceta forense para hablar de la labor investigadora que se lleva a cabo en GENYO, el centro que dirige desde 2010.
- ¿Cuál es el objetivo principal de este centro?
Es hacer investigación dentro del área biomédica, investigación de alto nivel. Eso se consigue con un buen equipamiento e instrumentación científica y también con buenos científicos y proyectos de calidad. Con buenos medios tienes que conseguir una investigación de alto nivel, que sea, y esto es muy importante para nosotros, lo que en medicina llamamos nosotros “traslacional”, esto significa, investigación que pueda aplicarse a los pacientes, que pueda trasladarse del laboratorio a la cama de la persona que lo necesita en el plazo más corto posible. También hay que ver en el entorno en que está enclavado GENYO. Es el centro de referencia de investigación en materia de genética clínica y de medicina genómica dentro del programa especial de la Consejería de Salud en biomedicina, Iniciativa Andaluza de Terapias Avanzadas (IATA). Tenemos la obligación de posicionarnos como un centro de referencia de máximo nivel, tanto por equipamiento como por las personas en esta área de la genética y la medicina genómica.
- GENYO tiene escasamente dos años y medio ¿qué se ha logrado en este tiempo?
La idea de GENYO surgió como una colaboración entre la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía y la Universidad de Granada, en el año 2006 y luego se empezó a ver dónde ubicarlo. Posteriormente se unió el apoyo del laboratorio farmaceútico Pfizer y en 2008 se firmó una acuerdo para hacer un edificio propio de investigación que estuviese lo más equipado posible. Este centro se inauguró el 12 de noviembre de 2010. Lo que hemos hecho es tratar de atraer a grupos de investigación. Tienen que ser grupos de la Universidad de Granada o de la Consejería de Salud, este no es un centro donde pueda haber investigadores que no pertenezcan a ninguna institución que forma parte del centro. Tienen que estar vinculados a las entidades que forman parte de él con el fin de hacer ciencia del máximo nivel. Como director estoy muy contento de los grupos que hay, de la producción científica, del dinero captado y de todo lo conseguido.
- El centro cuenta con varias líneas de investigación. ¿En qué se está trabajando actualmente?
En este momento, hay líneas que están muy consolidadas como son líneas de investigación oncológica, de genética del cáncer y en líneas de enfermedades autoinmunes, autoinflamatorias como el lupus eritematoso. Hay algunas relacionadas con el área, por ejemplo, de enfermedades más complejas, área neurológica u otorrinolaringológica o vértigos, esto ya está encauzado pero no consolidado cien por cien. La otra gran área que nos queda que es la farmacogológica. Estamos empezando a trabajar en ella con los grupos que ya están trabajando aquí y estamos intentando identificar a un par de investigadores que se puedan venir para trabajar con nosotros en esa área. Estamos en una fase de estabilización y crecimiento donde se ve claramente el potencial que hay en el centro en conjunto y en los grupos de investigación en particular.
- ¿Es fácil en los tiempos que corren mantener este nivel de excelencia?
En la teoría es fácil, en la práctica está siendo problemático. Se ha disminuido la cuantía de las ayudas. Proporcionalmente, donde antes te daban cien ahora te dan cincuenta o menos. El problema es que en una investigación no compites con el compañero del laboratorio de al lado. Nosotros, a este nivel, competimos con los norteamericanos, los ingleses, los canadienses, los chinos, los australianos y los indios. Hay países donde no han recortado los presupuestos de investigación, sino al contrario, los han aumentado. Aquí, aunque todos los grupos del centro han seguido teniendo financiación, esa financiación es menor, en muchos casos, y esto hace que sea difícil el mantener la competitividad. A medio plazo, la situación es preocupante como este país no sea consciente de que cierto tipo de investigaciones y áreas hay que mantenerlas con gente que tenga capacidad de obtener resultados, en quien tenga demostrado que tiene unas ciertas capacidades de competitividad, a nivel nacional, de generar patentes y resultados.
- Pero estos resultados en este ámbito no son inmediatos, más bien son a largo plazo...
Plantearte un proyecto de excelencia son cuatro, cinco años mínimos de trabajo para que empiece a ver resultados. Pero cuanto más se aumente la espiral, como el conocimiento es universal, es decir, con lo que a mí me ha costado cuatro años producir, ahora un señor se entera en la India, en Brasil o Estados Unidos lee lo que yo he hecho y parte de mi trabajo, lo cual es lógico, porque así es la ciencia, compartida, si ese señor tiene dos o tres veces más presupuesto que yo, en dos años, aunque yo tenga esa experiencia, a mí me adelanta. El problema de la investigación es que es una pirámide, pero una pirámide al revés, cuanto más medios tienes y más capacidad de producir tienes, más financiación necesitas para poder abarcar todo lo que eres capaz de hacer. No es como este grupo ya está consolidado con este dinero le basta, no, porque si yo tengo cinco ideas y las pongo las cinco en marcha, a mi me surgen 25 nuevas ideas, siempre, teniendo en cuenta que esas ideas sean lógicas y que la gente que sabe del tema las valoren positivamente, lo que es una lástima es que para algo que te hace falta 300.000 euros te digan, no usted tiene que conformarse con 120.000 euros, porque es que no se puede hacer.
- ¿Qué papel juega GENYO dentro de la investigación nacional e internacional.
Como es un centro muy joven el papel que juega no es tanto como centro, que ya empieza a sonar debido a que los múltiples grupos que hay aquí, publican, están muy activos. Ahora mismo, el mayor potencial de GENYO, que por otra parte siempre será el mayor potencial de un centro, son las personas, los grupos de investigación. En el GENYO hay ahora mismo, doce grupos de investigación, doce investigadores principales, de muy alto nivel, que entre todos hacen que suene mucho el centro y que se vaya posicionando poco a poco. Todos los grupos que hay aquí son de un alto nivel y referencia de la investigación nacional e internacional. Evidentemente, la gente es muy joven y llevará algún tiempo, pero son de un altísimo nivel, están jugando en la primera división. Esto es como un equipo de fútbol. GENYO suena porque tiene doce jugadores que lo están haciendo muy bien, teniendo en cuanta que llevamos juntos escasamente dos años. Hay gente que está en una determinada materia que dice, oye, en Granada están trabajando en esto. Un centro de investigación para consolidarse necesita un mínimo de ocho o diez años.
- En el GENYO existe el caso de varios investigadores que han estado varios años en el extranjero trabajando, ¿es fácil que la gente vuelva y quiera desarrollar su carrera aquí, en Granada?
Desde un punto de vista objetivo, el PTS se ha convertido en un polo de atracción. Lo que pasa es que la investigación necesita mucho combustible. Es triste tener un coche impresionante y no tener para echarle gasolina. Aquí hay un gran potencial, una gran capacidad a través de la Universidad y de la Consejería de Salud, pero estamos viendo que para traer gente joven, de treinta y poco años, en este momento, nos está empezando a fallar la gasolina. La investigación es muy competitiva. Tu puedes estar en la cresta de la ola pero si en tres o cuatros años bajas tu nivel....Gente que hace cosas muy novedosas en el momento en el que le falte financiación aparecen otros que se le pueden montar encima....Ahí tenemos un problema porque sí que tenemos capacidad para atraer gente, porque el proyecto del PTS es muy bonito, pero como la administraciones públicas no sean consciente de esto, no vamos a poder mantenerlo.
- ¿En qué campos de investigación destacamos los andaluces?
Investigadores andaluces hay buenos en todos los campos. Nosotros tenemos la circunstancia de contar con la Consejería de Salud y el SSPA que es uno de los más grandes de Europa en cuanto número de habitantes ya que son pacientes potenciales.Es e potencial hace que haya muy buena investigación biomédica, que se puedan hacer muchos ensayos clínicos de todo tipo, que haya muchas pruebas, muchos datos y es un sistema que todavía hay que perfeccionarlo, sin duda alguna. Otra área, dentro del campo que yo conozco, que tiene un potencial enorme y que aquí Granada y está más que demostrado, es el área de las TIC,s de las Tecnologías de la Información y la Computación. Todo lo que es la informática. Para nosotros es muy importante la bioinformática. Yo creo que de aquí a dos años, para finales de 2015, va a ver una unión tan perfecta entre lo que es la parte de generar datos aquí en los laboratorios de genética, de genómica, de proteómica, epigenómica, y las capacidades que tienen nuestros bioinformáticos, nuestros profesores de informática de la UGR, y convertirnos en un polo de referencia a nivel nacional.
- ¿En qué sentido?
- Te en cuenta que, hoy en día, el principal problema que tenemos en investigación biomédica cuando se generan muchos resultados de análisis genéticos o epigenéticos, es que tu tienes ahí esos resultados pero lo difícil es interpretar qué significa realmente que hagan estas cosas porque hay que interpretar un montón de información con programas informáticos. Aquí por ejemplo, eso es una conjunción perfecta que a mí me genera muchas esperanzas porque los informáticos de la UGR tienen un nivel altísimo y en temas de este tipo y como poco a poco colaboran más y más y más, en un plazo de dos o tres años va a ver una eclosión. Ya hay empresas generadas a través de profesores de informática aquí, en Granada, que están haciendo incursiones maravillosas generando propiedad intelectual e incluso trabajo empresarial. Esto es un gran potencial.
- ¿En que tendríamos que trabajar más? ¿Cuáles son nuestros puntos débiles?
- La falta de conocimiento y de colaboración, los individualismos, los personalismos. La falta de colaboración. Dentro del área biomédica un punto a trabajar sería una mayor interrelación entre el médico clínico y el investigador, para hacer que esa medicina traslacional que como he comentado es un objetivo prioritario de Genyo, pueda ser en un futuro, algo mucho más útil. Es lenta la colaboración para ensayos clínicos, les cuesta mucho tiempo, cierto es que muchas veces, el compañero clínico está sobrecargado de trabajo y no puede estar en todo, poco a poco, hay que ir viendo la manera que ese sea un objetivo a cumplir por todos. La falta de colaboración entre los investigadores es universal. Cuando tu inviertes diez mil millones de dólares en investigación pues aunque se colabore menos, ese dinero o por lo menos la mitad, van a rentar. Pero aquí si se invierte dos mil, pues te van a rendir mil. Aquí tenemos que espabilar. Si tenemos ocho millones de habitantes en Andalucía, tenemos muy buenos hospitales, tenemos servicios, bases de datos centralizadas, etc. Hay que aprovecharlo, no hay que desperdiciarlo. No podemos estar compitiendo contra otros sitios que tienen muchos datos pero la gente es mucho más estructurada, mucho más ordenada.
- La investigación tiene que ir mano a mano con lo que se hace en los hospitales. Aquí en Granada, ¿hay interacción?
Sí, la suerte que tenemos es que hay muchos médicos que son investigadores, profesores de universidad... pero aún así, el 70% de los médicos que puede haber y yo soy vicepresidente del colegio de médicos y lo sé, no tiene que ver con la investigación de manera proactiva y viceversa. Esas diferencias no pueden ser así, tienen que ir acercándose. Nunca va a ser igual. Los médicos no pueden ser igual que un investigador que está aquí y al revés. Que haya puentes, que haya personas en medio transfiriendo esos datos. Esto es algo a mejorar, que yo si noto, en estos cinco o seis años que vengo dedicándome a la biomedicina, a parte de la forense, como va mejorando pero todavía falta.
- ¿La ciencia tiene que ser rentable?
La rentabilidad de la ciencia tiene dos aspectos, uno es el aspecto ético y el otro es el económico y los dos hay que tenerlos en cuenta. La ciencia es rentable, eso lo afirmo en términos absolutos. Cualquier ciencia bien planteada es rentable. Todo lo que hoy tenemos en nuestras manos hace unos años era una idea, y era simplemente un cálculo matemático, físico o fisiológico, en esto y en medicina es rentable. Ahora bien, el objetivo único de la ciencia no puede ser buscar sólo la rentabilidad, ni a corto ni a medio plazo, porque ahí está el componente ético. Para que uno genere una idea como un medicamento por ejemplo para el cáncer, hacen falta diez mil ideas que no van a funcionar. Yo creo que no debe plantearse ni buscarse sólo una ciencia que tenga un rendimiento económico por parte de las instancias públicas. La investigación aunque sea básica hay que tratar de protegerla al máximo. Hay que buscar un equilibrio entre lo que es la economía y la ética. La ciencia es totalmente rentable, apoyar el desarrollo científico es apoyar el desarrollo económico.
- ¿Desde fuera cómo se ve la investigación española?
Se ve bien. Primero porque hay muy buenos investigadores españoles. El tema es lo que va a pasar dentro de dos años. Recortes en investigación lo ha habido en todos los sitios. Hay países, por ejemplo EE.UU., que tienen capacidad de regenerar recursos para la investigación mucho mayores fuera de las fuentes puramente gubernamentales, fundaciones, patronazgo...En España esta tradición es mucho menor. Eso hace como esto siga así, aquí se va a notar más que en otros lugares. El investigador español medio ha sido capaz de, con menos dinero que en otros países, mantener el nivel hasta hoy, pero no se sabe que pasará en el futuro.
La situación real que hay ahora mismo la genética, genómica, la epigenómica, todo esto es bastante más complejo de lo que en principio pueda parecer y cada vez se ve que hay una mayor interacción e influencia de unos genes y otros, y una situaciones medio ambientales con otras, de alimentación y de características del paciente, esto hace que la investigación sea cada vez más compleja, que sea necesario estudiar mayor número de muestras, mayor número de pacientes, de genes y por otra parte para los científicos es muy interesante. Ves que las cosas es más difícil pero ahora tienes más instrumentos. Hay grandes retos muy importantes, por ejemplo, la medicina personalizada, que ahora llaman "medicina de precisión", que consiste en adaptar los recursos, los conocimientos, los tratamientos a cada una de las personas, todo esto se convierten en campos de un interés impresionante. Hay mucho que hacer y cosas que tienen una solución ahora puede que tengan una mejor dentro de un tiempo. Soy muy optimista y aunque sea desde un punto puramente económico porque hay una inversión que puede tener un retorno económico. Por mucho que se haya descubierto queda mucho más por descubrir.
- ¿Cree usted que los granadinos y granadinas conocen el trabajo que se lleva a cabo en este centro?
La mayoría de la gente sabe que se trabaja en buscar soluciones y esto lo valora. Lo que no sabe es probablemente, lo duro que es esto, lo que competitivo, lo estresante que es para las personas que se dedican completamente a la investigación, que no es mi caso. Yo soy profesor de la Universidad, tengo otras cosas, hay gente que como no produzcan dentro de tres o cuatro años se pueden quedar sin trabajo. El vivir de la producción científica es un problema enorme y eso la mayoría de la gente no lo sabe. Eso pasa de manera general de la mayoría de los sitios. Habría que educar a la gente y también a los que se dedican a la investigación. A aquellos que quieren trabajar conmigo siempre les digo: "sepa usted donde se está metiendo". Esto es así de duro. También compensa mucho. En el caso de GENYO, no podemos pretender que este centro sea como el Granada C.F. Ahora, es cierto que alguna de las cosas que se hacen aquí, algunos investigadores que consiguen premios y tienen repercusión, yo creo que la gente, se siente satisfecha, por muy ajeno que sea al mundo de la investigación, el que vean que un centro en Granada, ha conseguido algo, creo que les satisface pero de ahí que les importe mucho que pasado mañana cierren el GENYO y se vayan cien trabajadores a la calle...De ahí la importancia de la divulgación que hacen los medios de comunicación. Poco a poco, la gente va conociendo y comprendiendo lo que se está haciendo aquí o en el PTS.