CIENTÍFICOS DEL INSTITUTO ANDALUZ DE GEOFÍSICA VIAJAN, UN AÑO MÁS, A LA ANTÁRTIDA
Luz Rodríguez 12/12/2013 El próximo 3 de enero de 2014 se inicia la campaña antártica española. Una campaña, la de este año, muy afectada por los recortes. Buques emblemáticos como el "Hespérides" han visto recortado su plan de trabajo. Los que sí van a poder viajar en enero, pero en menor cantidad y con menos proyectos, son los científicos del Instituto Andaluz de Geofísica (IAG-UGR), ubicado en Granada, que cuenta con dos décadas de experiencia en campañas en el Polo Sur. Inmaculada Serrano será uno de los dos investigadores que van a poder viajar, en enero, al continente helado. Para Inmaculada será su cuarta aventura científica en la Antártida para trabajar sobre el terreno en el análisis de la sismicidad volcánica y tectónica de Isla Decepción. Otro de los investigadores del IAG, Enrique Carmona, que ha participado en nueve campañas en el continente helado, la última en este mismo año, en febrero de 2013, cuenta a "Ciencia en Granada" en qué consiste el trabajo del instituto andaluz en este recóndito lugar del planeta. Ambos sienten fascinación por lo que hacen y así lo expresan, "para nosotros es un privilegio poder tener la oportunidad de trabajar de forma presencial en la Antártida".
La campaña antártica española 2013-2014 se inicia el día 3 de enero de 2014. Este año, al no participar ningún busque español, los científicos del IAG no irán directos a su destino. Embarcarán en el buque brasileño Ary Rongel en Punta Arenas(Chile) y deberán adaptarse al itinerario del buque. Llegaran a isla Decepción sobre el 10-12 de enero. Inmaculada Serrano junto con Federico Toral, son los dos científicos del IAG que viajan este año a la Antártida. La grave situación por la que atraviesa la investigación en España también se refleja en las campañas internacionales en las que participan científicos españoles. "Este año vamos cuatro proyectos de investigación a isla Decepción, frente a más de una decena de otros años", comenta Inmaculada. El resto de los componentes de la expedición desarrollan su trabajo en isla Livingston y parten de Punta Arenas unos días después. El objetivo principal, aparte de investigar de la sismicidad regional, es el estudio de la actividad sísmica del volcán Isla Decepción, donde además de investigar y estudiar el comportamiento del volcán, el IAG-UGR tiene como objetivo, desde el año 1994, la vigilancia sísmica volcánica para mitigar el riesgo en caso de una reactivación volcánica o incluso de una posible erupción.
El trabajo de los científicos del IAG se desarrolla en la Base Antártica Española "Gabriel de Castilla"donde permanecerán durante un mes. "Nuestro trabajo principal es el control de la actividad sísmica del volcán isla Decepción- explica la investigadora- Para ello instalaremos una red de estaciones sísmicas en toda la isla, cuya señal recibiremos vía wifi en el laboratorio científico de la base. Además debemos de controlar las tres estaciones sísmicas que funcionan de manera permanente durante todo el año, una en la propia isla, otra en isla Livingston y a tercera en Caleta Cierva (continente antártico)". Inmaculada Serrano destaca dos cuestiones importantes a tener en cuenta a la hora de organizar una expedición a un lugar con condiciones tan extremas, "los principales puntos a considerar son la correcta elección del personal y la puesta a punto de toda la instrumentación necesaria".
"La instrumentación consiste en estaciones sísmicas compuestas por un sensor, un sistema de almacenamiento de datos, un GPS y una antena Wifi que nos manda la señal sísmica a la Base Antártica para su análisis- específica Enrique Carmona- Toda esta instrumentación está alimentada por baterías que son cambiadas cada 3-4 días. Estas estaciones sísmicas se colocan en distintos lugares de la Isla para que registren cualquier señal sísmica que se pueda producir o bien por un movimiento tectónico o bien señales generadas por el propio volcán".
Una cuestión importante para que los científicos puedan llevar a cabo su trabajo de investigación y de recogida de datos es el apoyo logístico como destaca Enrique Carmona, "en el caso de la Isla Decepción, el trabajo se desarrolla gracias al apoyo logístico del personal militar del Ejército de Tierra de la Base Antártica Española “Gabriel de Castilla”. Este apoyo permite desarrollar nuestro trabajo de instalación y mantenimiento de las estaciones sísmicas con total seguridad, así como poder utilizar medios de transporte (motos y zodiacs) que nos permiten desplazarnos en una ambiente extremo como es la Antártida".
Todavía queda mucho por investigar en la Antártida, pero en todos los ámbitos de la Ciencia, no solo en la volcanología, indica el investigador, "afortunadamente, hace unos cuantos años que se crearon organismos internacionales y nacionales que se encargan de evaluar el impacto medioambiental de cada una de las investigaciones que se desarrollan. De esa forma se quiere preservar la Antártida como lo que es, el único Parque Mundial libre de explotaciones humanas y donde aún quedan muchas zonas por investigar para que el ser humano siga aprendiendo de la naturaleza".
Recientemente un grupo de científicos se toparon con una de las sorpresas que se esconden debajo de estos hielos, un volcán activo (acceso a esta noticia) que ha provocado que muchas preguntas sobre cómo puede afectar la actividad de este volcán a la capa de hielo. "Al parecer, el hallazgo de este volcán ha sido de forma casual- explica Carmona- Todavía es pronto para saber su comportamiento y como afectaría una aumento de la actividad sísmica a las capas de hielo que están por encima. Tan solo se tienen escasos registros sísmicos y con esta limitada información apenas se pueden sacar conclusiones sobre su actividad sísmica. Y sobre todo si esa actividad registrada es su comportamiento normal a lo largo de cientos o miles de años. Sería necesario una monitorización de mucho tiempo para poder conocer su dinámica y por supuesto utilizar otros métodos geofísicos para completar la información sísmica. Hay que tener en cuenta que el IAG-UGR lleva muchos años monitoreando el volcán Isla Decepción y todavía seguimos aprendiendo".
Ambos científicos están fascinados por lo que supone trabajar en un entorno como la Antártida. Todo un reto para la investigación. "Trabajamos en un volcán activo, con una sismicidad que es posible registrar y transmitir en tiempo real a un ordenador central. La ausencia de ruido “cultural” facilita mucho la tarea y el enclave geológico de las islas Shetland del sur, por su complejidad geodinámica, es difícil de superar" comenta Inmaculada.
Para Inmaculada viajar a la Antártida es un privilegio y una satisfacción personal y profesional. "Es una experiencia inolvidable por la posibilidad de controlar un volcán activo disponiendo de todas las herramientas necesarias para ser capaces de estimar la peligrosidad sísmica, así como la responsabilidad profesional que supone ser los encargados de fijar los niveles de alerta sismo-volcánica, mediante los protocolos desarrollados y aprobados por el SCAR (Scientific Committee on Antarctic Research). Lo mismo destaca su compañero de aventuras antárticas, Enrique Carmona, "la parte que más me gusta de mi trabajo es poder investigar un volcán en un lugar tan especial. Para nosotros, investigar un volcán como la Isla Decepción es como trabajar en un “gran laboratorio” natural. Somos unos privilegiados poder tener la oportunidad de trabajar de forma presencial en la Antártida".