BOSRHAM SALEM, UN MODELO PARA LAS NUEVAS GENERACIONES DE MUJERES CIENTÍFICAS EN LOS PAÍSES ÁRABES
La científica egipcia Bosrham Salem
Esta semana, Granada es sede de una nueva cita científica internacional. Cuando todavía sigue fresco el éxito del Congreso Mundial de Nutrición celebrado la semana pasada, otro evento, no de las dimensiones de su predecesor pero también de gran interés tiene lugar, estos días, en el Parque de las Ciencias.
Luz Rodríguez. 25/09/13 "El 65 % de los estudiantes de la Facultad de Ciencias de Alejandría, en Egipto, son mujeres. También dos mujeres han estado al frente de los ministerios de Medio Ambiente e Investigación en el gobierno egipcio. La situación ha cambiado". Esta afirmación la hace una mujer que conoce muy bien las transformaciones y avances que se han producido en el ámbito de la ciencia y la educación en Oriente Medio. Se trata de Bosrham Salem, científica egipcia directora del departamento de Ciencias Medioambientales de la Universidad de Alejandría (Egipto). Bosrham Salem es una de las conferenciantes que participan en la primera "Euro-Mediterranean and Middle East Summer School for Science Communication" (EMME) que se celebra hasta el viernes, en un entorno muy adecuado para la promoción del conocimiento científico como es el Parque de las Ciencias.
Es una gran oportunidad poder hablar, cara a cara, con esta prestigiosa científica, de maneras suaves y gesto amable, que no puede ocultar su satisfacción cuando se le pregunta por su designación, este año, para el Women in Science Hall of Fame, instaurado por el Departamento de Estado de EE.UU. que reconoce la labor de las mujeres científicas de Oriente Medio y Norte de África. "Por supuesto es un honor fantástico. En cierto modo lo esperaba porque llevo mucho tiempo trabajando en el mundo científico, desde 1980. Ha sido una sorpresa muy grata y estoy muy orgullosa", comenta. Salem cuenta con una dilatada carrera científica como experta en desarrollo sostenible en zonas áridas.
La actual situación de inestabilidad política en la que está inmerso Egipto afecta, lógicamente, a la comunidad científica y a los proyectos de investigación que se estaban llevando a cabo en el país, como explica, la científica, "De hecho, había empezado un proyecto para estudiar la posibilidad de poner en marcha una estación nuclear en una zona remota de Egipto. Se habían realizado todos los estudios. Todo era bastante favorable, el único problema que se habían encontrado era qué hacer con los residuos. Estalló la Revolución y todo ese proyecto se paralizó de momento". Tiene la esperanza de que cuando todas las cosas se calmen de nuevo, pueda proseguir. "Todo está paralizado después de la Revolución. Las cosas han cambiando pero necesitan su tiempo", añade.
De este encuentro destaca la oportunidad que representa de poder intercambiar experiencias. "Es una iniciativa muy buena. La ciencia no tiene fronteras". Lo que más le está gustando es que "la gente se une por un interés común. Hay que derribar los muros que nos separan para que las nuevas generaciones vean que no somos tan distintos. Necesitamos más cooperación, intercambiar opiniones", concluye.
En esta primera "Euro-Mediterranean and Middle East Summer School for Science Communication" (EMME) participan más de cincuenta expertos en museos de once países. El encuentro está promovido por la Red Europea de Museos y Centros de Ciencias (ECSITE) y la Red de Museos de Ciencia del Próximo Oriente y del Norte de África (NAMES), patrocinado por la Kuwait Foundation y cuenta el apoyo de un gran número de museos del ámbito internacional.